Mucho se está hablando de las pérdidas de plazas de trabajo en todo el mundo debido al tema de los confinamientos. Eso me hizo pensar en cuánto la gente “odia” trabajar pero lo “necesita” así que decidí hacer un poco de investigación.

La palabra trabajo aparece en el siglo XII, proveniente del latín tripalliare, que significa ‘atormentar, torturar con el tripallium’,  un tormento psicológico o un sufrimiento físico.  Busca en internet esta palabrita y tendrás una imagen gráfica de la razón por la que tanta gente sueña con dejar de trabajar y empezar recibir dinero de manera mágica.

Nos enseñan que debemos tener un trabajo decente, es decir, hacer algo productivo que genere un ingreso justo,  que dé seguridad y protección para tu familia y cree perspectivas de desarrollo personal e integración social. Esto tiene tantos supuestos y expectativas que es impresionantemente difícil hacer que haya una fórmula que funcione para todos. ¿Qué es justo? ¿Qué es decente? ¿Qué es productivo? ¿Es lo mismo para ti que para todos los que conoces?

Desde pequeños nos enseñan que hacer lo que se espera de nosotros es lo que nos dará el éxito, y que si nos comportamos de cierta forma, entonces recibiremos lo que deseamos. Así, comenzamos a trabajar fuerte y arduamente para cumplir con todas las expectativas de nuestra familia, de nuestros profesores, y hasta de nuestra cultura y cuando las cosas no tienen el resultado que nos gustaría, nos autocriticamos y creemos que estamos haciendo algo mal.  Muchas personas vienen conmigo para que los arregle, o les diga qué es lo que tienen que mejorar, porque a pesar de seguir sus sueños, luchar por lo que desean, y trabajar arduamente, los resultados que esperan simplemente no se dan.

Me he dado cuenta que creer que la vida que deseas se va a dar tan solo porque haces lo que todos te piden y cumples con las expectativas de todos, es un poco como enviar todas las cadenas de correos donde te prometen dinero si las reenvías a 10 amigos, y después sorprenderte porque no recibiste el dinero prometido y además tus amigos te bloquean por enviar tantos mensajes.

La mayoría de la gente no tiene éxito y riqueza no por falta de deseo, o de sueños, ni siquiera por falta de habilidad, o porque no lo intentan, sino porque se niegan a creer que eso puede ser algo posible en su vida.  En el momento que decides que algo no se va a dar a menos de que cumplas ciertos prerrequisitos (como trabajar duro durante 40 años, en un trabajo decente y seas un miembro productivo de la sociedad) dejas de darte cuenta de todas las cosas que no concuerden con tu decisión. Es como cuando te pones unos lentes rojos y entonces todo se ve rojo menos el rojo, que desaparece.

La invitación de hoy es: ¿qué tal si empiezas a trabajar para ti? ¿Y si te digo que todos tenemos la capacidad de crear algo más que sólo trabajo? Hoy te invito a hacer una lista de todo lo que piensas acerca de ser rico y de cómo crear dinero por medio de la diversión y no del trabajo (y que conste que no estoy diciendo que te dediques a la fiesta y la vagancia).  Seguro van a aparecer miles de puntos de vista acerca de lo imposible de hacerlo y lo terrible y peligroso que es tener dinero. Toma cada uno de ellos y considera si tal vez es mentira.  Pregúntate si es algo cierto para ti, si es algo que te enseñaron, o si es una mentira. Y fíjate si cuando piensas en ello te sientes feliz y entusiasmado o deprimido y con un agujero en el estómago.  Te tengo una noticia, lo que es verdad para ti, lo que va a crear una vida grandiosa para ti es lo que te pone feliz y entusiasmado.  Nuestro cuerpo usa lo que llamamos sentirse mal como un sistema de alerta para informarnos de la mentira que estamos comprando.

Cada vez que descubras algo que te causa esta sensación de pesadez, considera cómo podría ser si lo desecharas como una mentira. Entonces, pregúntate: Si esto fuera mentira, ¿qué podría hacer o elegir diferente? ¿Y si hoy te comprometes contigo mismo para hacer cosas que te gusten tanto que hasta pagarías por hacerlo, y que te dieran más dinero del que crees que es posible?  ¿Y si hoy eliges trabajar para ti y tu vida deja de costarte trabajo?