Y por supuesto, no me refiero a vender tus riñones, ni a entrar en una red de explotación humana. Tu cuerpo es tu socio clave en la creación de tu situación financiera. Para empezar, para recibir dinero necesitas contar con un cuerpo, ya sea con tu mano extendida, o moviendo los dedos para entrar al enlace de tu banco y tus ojos para ver el saldo.
Si lo piensas fríamente, todo tu dinero es para tu cuerpo, o cosas relacionadas con él. Tu casa, tu ropa, tus viajes, el transporte, la seguridad, tu educación, hasta los seguros, son de una forma u otra para tu cuerpo o pasan a través de tu cuerpo. Si no tuvieras cuerpo, ¿necesitarías dinero? Tu cuerpo ama que tengas dinero. Prefiere ver cosas bellas, ponerse ropa cómoda y deliciosa, dormir cómodamente y evitar el sufrimiento de no tener qué comer o no poder dormir.
¿Cómo aprovechar a tu cuerpo para crear más dinero?
- Deja de juzgarlo. Nos enseñaron que tenemos que ver todo lo que está mal para arreglarlo. En el caso del cuerpo, estamos rodeados de miles de mensajes respecto a lo mal que estamos y lo bien que estaríamos si tan solo fuéramos más delgados, más altos, menos peludos o cualquier otra cosa. Y les creemos. Entonces, empezamos a adquirir miles de productos para cambiar lo que ya decidimos que es terrible. ¿Cuánto tiempo, dinero y esfuerzo liberarías si empezaras a agradecer a tu cuerpo en vez de juzgarlo?
- Empieza a preguntarle a tu cuerpo TODO lo que tenga que ver con él. Suena raro, ya lo sé… Eso pensé la primera vez que lo escuché. Si le preguntas todos los días qué ropa quiere usar, de pronto recuerdas esos pantalones que llevan enterrados meses en tu closet, y cuando los encuentras, se sienten delicioso. Antes de comer, pregunta si realmente quiere comer, no porque sea la hora de comer significa que tenas que hacerlo, y después a cada bocado pregunta si quiere otro o no, te sorprenderás lo rápido que la comida empieza a saber como cartón. Es un ejercicio donde tienes que adquirir experiencia. Y poco a poco comenzarás a darte cuenta que tu vida es mucho más agradable y tu cuerpo comienza a estar más sano.
- Saca todo lo que no uses, no te guste, no te de placer y cámbialo por lo que sí te da (aunque sea menos). Empieza revisando toda tu ropa, y ve qué disfruta tu cuerpo y qué no, saca todo lo que ya no te quede, no te guste y no sirva, y sigue con todo lo demás en la casa. Este ejercicio tiene varios beneficios, el primero, que tal vez puedas vender mucho de eso que no usas, y empiezas a ganar dinero. Además, el estar dispuesto a estar rodeado de lo que sí te funciona, que si te gusta causa un bienestar te inspira a crear más de eso. Una casa organizada y bella te permite mucha más creación que un lugar lleno de cosas que no te gustan.
- Cuídalo. ¿Cuántas veces has dicho que vas a cuidar mejor a tu cuerpo… cuando te alcance el dinero?¿Has alguna vez dejado de hacer algo para tu cuerpo por razones financieras? El no cuidar a tu cuerpo básicamente es como cuidar los centavos y tirar los billetes. Cuando estás feliz en tu piel, se nota. Y la gente te nota. Además, empiezas a tener energía disponible para mucho más que antes.
- Gózalo. Dedica al menos una hora al día y si puedes, un día a la semana a hacer algo para tu cuerpo. Muévelo, tócalo, sácalo a pasear, baila con él. Mientras más goces a tu cuerpo, más estás consciente de lo que le gusta, necesita y requiere. Y mientras más feliz estás, menos te fijas en lo que no tienes y las cosas son más fáciles cada vez.
Sé que nos compramos eso de “hay que ganar el dinero con el sudor de tu frente” pero toda la evidencia señala lo contrario. Si hoy empiezas a considerarte valioso, y tratas a tu cuerpo como tu posesión más cara, y más querida, no sólo disfrutarás más de la vida, sino que tendrás mucha más energía para hacerlo realidad.
El dinero sigue al gozo, cuando haces algo que te inspira, el tiempo se desvanece, y la gente lo nota. ¿Prefieres ir a un servicio con alguien feliz, inspirado, que se nota que disfruta su vida y se adora, o con alguien deprimido, enfermo y triste? Sé honesto…
Por cierto, tengo que pedirte un favor, ten paciencia contigo y con tu cuerpo. Cada pequeña elección que hagas durante el día va acumulándose. Tu cuerpo ahora es el resultado de la acumulación de todas tus elecciones pasadas, así que si llevas 20, 30 años (o 40 o los que sean) creándolo como es, permítete al menos unos cuantos meses de consentirlo y preguntarle antes de decidir si esto funciona o no.
Te puedo decir que para mi, tanto mi nivel de energía, como mi cuenta bancaria han cambiado dramáticamente desde que me comprometí a cuidarlo, mimarlo y darle lo que requiere. ¡Y estamos felices los dos!
Hola ele este igual es una clase?
Es un artículo solamente.